2.9.05
Estación claridad
Se fose poeta gustaríame escribir Poeta en Nueva York, ou este texto:
No hay túnel que dure cien años, mi vida. Mira como se arruga la tiniebla, la procesión de pálidas se desbarranca, los funcionarios inauguran ruinas. Y vos y yo fundamos aires buenos.
Dónde estará la plata de mi río, sólo barro y olitas de minué. En los camalotes cantan sirenas, pero Ulises camionero no las oye, sólo escucha la radio.
Llueve liquen en los decrépitos televisores, buenas noches a todos, mariposas y difuntos. Transmiten en cadena las cadenas.
El cemento se cansa de ser cobija de la Pampa. Por los baches asoma la luz mala, resucitan cardos y maíces, abran paso las luciérnagas curiosas que verán.
Viento sur, olor a transparencia, silbo de la calandria, madrecita cantora del primer rayo de la aurora.
La sopa de los pobres llega al centro, y su vapor al reino de los cielos.
Ventolina que barre tormentas, lavadero del alma, nos deja serenitos, reciclando la pena en vasto amor. Silbo de la calandria y vidalita de la esperanza.
Darle cuerda al amanecer, empujar un poco al Sol, al buen día meterlo en casa. Silba la calandria y nos sorprende en vela, amuchados, con ganas de seguir.
Estación claridad vamos llegando.
(Maria Elena Walsh)
Subscrever:
Enviar feedback (Atom)
Sem comentários:
Enviar um comentário